Superficies Aereas - 2009


Cubierta de mar I - Acrílico sobre tela
120 x 100 cm - 2009


Cubierta de mar II - Acrílico sobre tala
120 x 100 cm - 2009

Cubierta de mar III - Acrílico sobre tela
120 x 100 cm - 2009


Cubierta de aire X - Acrílico y esmalte sobre tela
120 x 160 cm. 2010



Cubierta de ningun lugar XV- Acrílico y esmalte sobre tela
180 x 130 cm - 2010

Cubierta de aire XV - Acrílico sobre tela
120 x 150 cm - 2010

Cubierta de aire I - Lapiz sobre tela
40 x 30 cm - 2009


Cubierta de aire II - Lapiz sobre tela
40 x 30 cm - 2009


Cubierta de aire III - Lapiz sobre tela
40 x 30 cm - 2009


Cubierta de aire IV - Lapiz sobre tela
40 x 30 cm - 2009


Cubierta de aire VIII - Acrílico sobre MDF
50 x 16 cm - 2009


Isla II - Acrilico sobre tela
100 x 80 cm - 2010


Isla I - Acrílico sobre tela
70 x 50 cm - 2010




Cubierta de aire XIII - Acrílico sobre tela
70 x 50 cm - 2010


Cubierta de aire XII - Acrílico sobre tela
70 x 50 cm - 2010


Aquí Arriba - Acrílico sobre tela
150 x 150 cm - 2010

Cubierta de ningún lugar I - Acrílico sobre tela
80 x 60 cm - 2010

Cubierta de ningún lugar II - Acrílico sobre tela
80 x 70 cm - 2009

SUPERFICIES AEREAS - LABERINTOS ASCENDENTES

Está el aire y lo que enrarece el aire.

Están las construcciones que se elevan como laberintos ascendentes.
Está el horizonte que se aleja o se acerca según la luz del día.

Por sobre nuestras cabezas, quedan observatorios a los que se les oculta lo que los observadores quieren mirar y ver. Observatorios vacíos y enmudecidos; vidas ajenas, alejadas.

Tocar las superficies y reordenar las construcciones.
Intentos por vislumbrar los interiores.

Si yo salgo a la luz, abarco el horizonte con la mirada, sumo las casas infinitas, busco incansable con la mirada, me aproximo a alguien?

Dar cuerpo a este vacío que circula, que circunda. Dar forma a esta enormidad que se diluye y difumina. Apropiarme de lo que se oculta y fuga.

Finalmente, un intento perseverante de conocer lo desconocido, y nombrar del modo más impulsivo el anónimo cotidiano que me acompaña siempre.

Tanques de agua, tinglados, escaleras, chimeneas, membranas, tejados, antenas, broches y sogas, ventanas, luces y cielos, oscuros y claros, nubes, humo, y mi mirada, movediza, inquieta, todo en orden y en desorden, tratando de contar una experiencia recurrente. Pintando.

Mariela Forciniti, Buenos Aires, noviembre de 2010